L as charcas de azua La Construcción y Significado de la Regola: Un Legado del Siglo XIX

La Construcción y Significado de la Regola: Un Legado del Siglo XIX

En el siglo XIX, un grupo de dedicados moderadores de las charcas, entre ellos destacaban figuras como Domingo Aria, Germán de la Rosa, Francisco Sánchez y Reglas Báez, se embarcaron en una tarea titánica: la construcción de la regola. Esta monumental obra, erigida a pico y pala, fue un hito que transformó la comunidad y dejó un legado perdurable.

Horacio Vásquez y la Modernización del Canal en 1924

En 1924, el presidente de la República, Horacio Vásquez, vio el potencial de esta regola y decidió modernizar el canal, marcando un punto crucial en su evolución. Esta acción no solo aseguró el abastecimiento de agua para la comunidad, sino que también propició avances en la agricultura y la vida diaria de los habitantes.

Pueblo Abajo y Pueblo Nuevo: La División por la Regola

La construcción de la regola trajo consigo un cambio fundamental en la topografía de la charca. La contricción del canal dividió el área en dos, dando lugar a los distintivos Pueblo Abajo y Pueblo Nuevo, que subsisten como testigos de esta transformación.

Un Canal para la Comunidad: Uso Doméstico y Agrícola

Este canal no solo satisfacía las necesidades de agua para el consumo diario, sino que también se convirtió en la columna vertebral de la agricultura local. Los habitantes acudían a la regola al alba para obtener agua limpia, una práctica que garantizaba su pureza. Además, se utilizaban hojas de guayacán en lugar de detergente para lavar la ropa, mostrando la ingeniosidad de la comunidad ante los desafíos de la época.

El Auge de la Agricultura: Conucos y Cultivos Emblemáticos

La construcción de la regola desencadenó un florecimiento en la agricultura local. Surgieron diversos conucos, y la tierra empezó a dar frutos notables como plátanos, guineos y yuca. Cuatro zonas agrícolas se destacaron en particular: Caracoles, Caña Honda, Esquífine y La Acequia, consolidándose como pilares de la economía local.

En resumen, la regola no solo fue una hazaña de ingeniería, sino también un catalizador que transformó la vida de la comunidad. Desde su construcción a pico y pala en el siglo XIX hasta su modernización bajo la administración de Horacio Vásquez en 1924, este canal ha dejado un legado perdurable en forma de prosperidad agrícola y abastecimiento de agua para las generaciones venideras. Pueblo Abajo y Pueblo Nuevo son testigos mudos de esta evolución, recordándonos la importancia de la determinación y la colaboración en la creación de un legado duradero.

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